viernes, 10 de octubre de 2008

Primer día, estableciendo metas



La desidia puede hacerte postergar lo más importante para ti, el miedo te puede paralizar. Cuando has perdido todo lo que te importaba o te daba prestigio o satisfacción te parece imposible y angustiante volver a empezar.

Estoy por cumplir 30, lo que he hecho en mis 28 años no me avergüenza, pero tampoco me enorgullese, me he desperdiciado... pero siendo autocrítico he dado en el clavo que todo lo malo que me ha pasado y lo que me está pasando es producto de no atender esos pequeños detalles, esas pequeñas cosas que al final son las que importan. Y son esas mismas en las que me enfoqué hoy en el primer día.

En este día me levanté con ilusión a las 7, y aunque medio dormido, me mantuve despierto y activo. Los recuerdos tristes llegaron pero no los reprimí, los entendí. Me senté conmigo mismo a platicar.

Me relajé y entendí que mucho de lo que me aqueja no es importante y son exageraciones. Hoy no reaccioné. Mejor actué y planeé mi día y no me dejé llevar.

Estoy creando el hábito de la disciplina pero con gusto con amor e ilusión y sabiendo y aceptando que de pequeños pasos y decisiones todos los día se construye la vida. Ya me ignoré suficiente, ahora estoy haciendo lo contrario: me escucho y soy atento conmigo

Estoy aprendiendo a establecer y cumplir metas, aun así sean pequeñas del día a día.

Estoy construyendo una nueva era en mi vida.

No hay comentarios: